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101Km Ronda DUATLON. 2014
-Bonitas son las historias que se cuentan cuando cada uno de los participantes rebasan la línea de meta consiguiendo sus retos al pasar por la alameda de Ronda, con un sentimiento en sus rostros de felicidad, de rabia, de impotencia, de superación, de una carrera como son los 101 km La Legión de Ronda, de dureza extrema.
Pero el CC Manilva no podía faltar a esta 17ª Edición de la que para mi personalmente es una de las carreras más bonitas y duras de toda la comarca, donde 12 componentes se enfrentaban a un reto, “que para ello” habían estado entrenando para conseguir sus objetivos individualmente, algunos en la modalidad MTB y otros en la modalidad de DUATLON.
Una vez picado nuestros pasaportes legionarios en el campo de futbol de Ronda, nos fuimos posicionando en los primeros puestos de la salida para coger buenas posiciones, aunque todavía nos tocaba esperar dos horas, antes de que los altos cargos, dieran comienzo a esta nueva edición con sus palabras de civismo y el ¡Viva La Legión y Viva El Rey y Viva España!.
El CC Manilva esperaba con nervios, con felicidad, con ganas en los primeros puestos de la salida, mientras tanto, se veía todavía, como, cientos y miles de participantes, seguían entrando, llenando todos los huecos y rincones que quedaban en el estadio.
Y a las 10:00 horas, se escuchó el cohete que el legionario que se encontraba en las gradas junto con los altos cargos, prendía con su mechero la mecha que le colgada y en décimas de segundo subía rapidísimo hacia el cielo, donde todos los presentes mirábamos la dirección del mismo, escuchando a continuación un pepinazo, donde comenzaba la salida neutralizada, saliendo todos los que nos encontrábamos en la pista del estadio, disparados con nuestras bicicletas de montaña, esquivando y adelantando para poder buscar buenas posiciones, teniendo mucho cuidado de que ninguno nos pudiera ocasionar una caída al principio de la salida.
¡Qué bonito!, todos juntos por las calles de Ronda y ya van tres ediciones, con toda la gente volcada, animándonos, especialmente “mi mujer Cristina y las demás que vinieron a vernos”, eso nos motivaba muchísimo. Una vez terminado el tramo neutralizado y ya con los nervios más tranquilos, dieron nuevamente la salida oficial de carrera, con un nuevo pepinazo propinado por otro cohete que subía hacia el cielo donde todos los presentes pudimos escuchar ese zumbido, donde la frecuencia cardiaca nos subía, ya que seguidamente comenzaríamos a rodar.
A partir de ahí, empecé con buenas sensaciones, ¡eso sí! Pensando siempre en lo que me deparaba hasta el final.
Para mí era la primera vez que me enfrentaba a una prueba en la que la modalidad era Duatlón, ¡es decir! que tenía que realizar un tramo de bicicleta de 78 km, otro de carrera a pie de 18 km (aunque fueron 21 km) y finalmente 5km más en bicicleta, hasta cruzar la línea de meta en la Alameda del Tajo de Ronda.
Hasta la llegada al cuartel en bicicleta de montaña, me encontraba fuerte, bien mentalmente, a excepción de mis zapatos que empezaban a dolerme muchísimo los píes por culpa de las calas, teniendo que pedalear bastante tiempo con los talones. Luego una vez llegado al cuartel, empecé a correr a pie y a falta de poco para realizar el cambio de modalidad a bicicleta, me encontraba muy mal a causa de uno de los geles en líquido, que había ingerido momentos antes, haciéndome en mi organismo un efecto rebote que me quería morir, pero allí a mi lado, se encontraba mi compañero Paco del Valle que me ayudo muchísimo a seguir, teniendo mi mujer que agarrarme durante algunos metros hasta llegar al cuartel y sin apenas fuerzas, coger nuevamente la bicicleta de montaña, que se encontraba en la zona de bicis.
Mi cuerpo, creo que lo puse al límite porque me decía ¡para, para! Pero ahí estaba mi mente que me decía ¡sigue, sigue! Haciéndole caso a esta última, agarrando la bicicleta de montaña con las pocas fuerzas que me quedaban y apretando los dientes hasta emprender los últimos 5 km que me quedada (cuesta del cachondeo) hasta llegar a la gloria (meta), viendo conforme subía a cientos de personas animándonos a subir esa cuestecita tan dura, hasta que en la cumbre ya solo me quedaba apenas dos kilómetros en llano, donde ¡mirara para donde mirara! se veían muchísimas gentes gritando y chillando, ¡vamos chavales os lo habéis merecido, ya lo habéis conseguido! ¡Qué emoción! Y una vez en la última recta de meta entre todos los que se encontraban, allí se encontraba de nuevo mi mujer Cristina con los demás del club, dirigiéndome hacia ella dándole un enorme beso y seguidamente cruzar con rabia, impotencia, sufrimiento y con las lágrimas saltadas la línea de meta, diciéndome a mí mismo “RETO CONSEGUIDO” los 101 km en la modalidad de duatlón.
Quiero agradecer a todos los compañeros presentes del CC Manilva que consiguieron su sueño, así como a los que nos dieron ánimos desde sus casas, a toda la gente presente en la prueba que aportaron su granito de arena animándonos y ayudándonos en momentos duros de la carrera, a los Legionarios, Voluntarios, Policías Locales, Guardias Civiles, Organizadores de este gran evento que cada año se lo curran para que esto sea patrimonio de Ronda, a mi compañero Medina que viví con él, gran parte de la carrera, a mi compañero Paco del Valle que ejerció en momentos claves como mi profesor de psicología, dándome una clase magistral en los momentos duros (aguantándome hasta llegar juntos corriendo hasta el cuartel), “Que máquina” “Eso no se Olvida lo que hizo” “Gracias Crack”, a las mujeres que nos acompañaron (toñi con sus hijos, angeles, la mujer de medina, barbara y compañía.) ¡y como no! , especialmente a mi mujer Cristina Díaz, que allí estaba para darme un bote de agua fría, que allí estaba para empujarme a seguir, que allí estaba tirada horas y horas en los pueblos con toñi y sus hijos, esperándome para verme pasar un par de segundos de carrera y finalmente allí estaba esperándome en la línea de meta con todos los demás, con cientos y cientos de personas gritando y animando, esperando su recompensa ganada con mucho sufrimiento y sacrificio ¡ese beso que le dí antes de entrar en meta!, prosiguiendo a continuación la marcha y entrando en meta “la alameda del tajo de ronda”, donde uno de los legionarios me colgaba sobre el cuello la MEDALLA, por haber conseguido el objetivo marcado, diciéndome “CHAVAL ENHORABUENA LO HAS CONSEGUIDO”.
Andrés tu si que eres un crack, enhorabuena por tu crónica!!! un fuerte abrazo de toda mi familia!
Gracias Paco eres un buen compañero:!!!