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KDD JUBRIQUE-GENALGUACIL “22-11-2015”
En un lugar de la sierra de cuyo nombre se llama Jubrique, se concentraba una quedada de bicicletas de montaña, donde la participación era numerosa, entre los allí presentes nos encontrábamos, las animadoras y los que íbamos a realizar la ruta.
Después de desayunar en los bares del pueblo nuestro cafelito y pitufo mixto o tostada, recogimos nuestro dorsal, pudiendo observar que la fila en la que nos encontrábamos era larga, por la cantidad de ciclistas que se habían apuntado a la ciclo, retrasándose la salida hasta las 10:20 horas.
Después de que el Alcalde de la localidad y el spiker pronunciase unas palabras de agradecimiento por nuestra presencia y la de los demás y las precauciones a tener en cuenta a continuación el vehículo todoterreno blanco de la organización, emprendía la marcha, en el que todos los participantes, de todas las edades y de distintos estados de forma, seguíamos con nuestras bicicletas el trazado propuesto por la organización.
Tras empezar a rodar por las calles estrechas adoquinadas del pueblo de Jubrique, nos introducíamos en el campo, en el cual, discurría el trazado, con una espectacular arboleda a ambos lados, donde los integrantes del Cc Manilva, iban disfrutando y charlando en grupo.
Una vez llegada a la primera cuestecita, algunos participantes echaban pie a tierra para empujar sus bicicletas y otros intentaban de poder subir, apretando los dientes, en el que los miembros del club la subían sin consecuencias algunas.
Quedando poco para la cima, algunos miembros del club ponían un ritmito más alto, haciéndonos a los demás apretar los dientes para poder ir, al menos a su nivel o sino casi verlos a unos metros, llegando poco a poco al primer avituallamiento, donde los allí presentes, esperaban la reagrupación de los demás, “quedándose Jose María Díaz con las ganas de comer GOMINOLAS en su primer puesto” donde todos los demás le decíamos ¡Si era todo llano y con gominolas! Ja ja ja, comentándo él su famosa frase “Me cago en la perrita virgen”.
Mientras tanto las féminas del club, se quedaban en la plaza del pueblo en un barecito organizando en qué lugar de la ruta iban a vernos, mientras desayunaban unas tortitas fritas con cafelito y chocolate. “anda que estas no se lo pasan bien”
Ya una vez reagrupados todos o casi todos, el todoterreno blanco, era arrancado por el conductor de la ruta, y ponía en marcha, el camino de nuevo, que en esta ocasión era una bajada bastante larga donde íbamos un gran número en los que nos encontrábamos casi todos los del club, disfrutando de los parajes tan maravillosos que había en esa bajada, viviendo un gran duelo con el campeón de España Marcos Virues, contra Javi Castilla “con su espectacular bicicleta de ruedas anchas” y el que subscribe, diciéndonos durante la marcha “No acercaros, no acercaros, dejad espacio” ya que entre los dos le pisábamos los talones con las bicicletas, viéndose que nos la podíamos pegar en cualquier momento los tres, mirándonos y pegando voces que teníamos la adrenalina a tope y riéndonos de la cara que se le quedaba al Marcos cuando nos acercábamos o le pasábamos, hasta llegar al maravilloso pueblo de Genalguacil, donde en una plaza nos aguardaba el siguiente avituallamiento. “Una vez allí se siguió con el cachondeito con José María por las gominolas que tampoco había”.
Podíamos contemplar desde un mirador, las espectaculares vistas de los alrededores, quedándonos maravillados de las casitas blanquecinas, que a lo lejos se veían agrupadas en medio de aquella sierra, donde Medina, Juan Guillen y Pablo nos explicaban los nombres de aquellos pueblos.
A continuación seguíamos avanzando todos hasta el siguiente avituallamiento donde algunos del club seguían con un ritmo fuertecillo, hasta llegar a la Charca Azul, pudiéndose descubrir una gran charca, donde el agua clara y fría bajaba por las piedras de aquel maravilloso lugar con abundante vegetación, donde esta vez, “sí sí” había GOMINOLAS, esperando todos la llegada de José María para ver su reacción, ja ja, riéndonos de como le cambiaba la cara al ver que allí les esperaba las ansiadas gominolas en una de las bandejas, cogiendo éste, un gran puñado para recargar pilas, donde también se podía observar el peaZo puesto, con bandejas cargadas de queso, salchichón, piquitos, frutos secos, bebidas isotónicas, coca cola y agua.
Una vez con los depósitos llenos, nos dirigíamos a inmortalizar una fotografía con el cartel de la KDD en aquella maravillosa y preciosa charca.
Retomábamos de nuevo la ruta todos juntos excepto un tramo, donde los “capullos” de los júnior (Diego Sampalo y Fco Gonzalez) ja ja, nos picaron a algunos, tirando del grupo hasta llegar donde las niñas nos recibían con gritos y aplausos, dándonos a cada uno de nosotros “tortas fritas” y así permanecer junto a ellas un gran rato, viendo todo aquel ciclista que pasaba por la zona, el pedazo ambiente de familia que teníamos.
Se acercaba la recta final de la ruta entrando el Club Ciclista Manilva en grupo en la plaza del pueblo. Una vez cambiados, nos agrupamos todos en la fila que nos aguardaba, pudiendo observar, una gran olla en la que se desprendía un olorcito humeante muy rico, que en el interior contenía, una gran paella de arroz, que esperaba ser comida por todos allí presentes y así recargar los depósitos por la gran ruta de 40 kilómetros que habíamos realizado.
Una vez que cada uno se encontraba con su plato en mano y bebida en la otra, nos ubicamos todos los del club, en una cuestecita, sentandonos en mitad de los adoquines, disfrutando del maravilloso sol que nos daba de frente, saboreando cada uno de nosotros la paella, contándonos las anécdotas y aventuras de la ruta, siendo a su vez contemplado y observado por los que se encontraban alrededor, por el gran ambiente que teníamos y lo bien que nos lo estábamos pasando.
Andrés Benítez