LA COLUMNA SEMANAL (15-04-2012, DESAFÍO TRABUQUEÑO).

SABOR AGRIDULCE.

Las 06:30 horas de la mañana de un domingo 15 de abril de 2012, con mi furgoneta en la gasolinera de sabinillas y con mi bicicleta de montaña, esperando a los compañeros del CC Manilva, (Alejandro y su mujer Ángeles y Alex), para emprender un largo viaje hacia Villanueva del Trabuco para participar en la carrera del V maratón del desafío trabuqueño, con un recorrido de 60 kilómetros de media montaña, requiriendo un nivel de física óptimo y buenas técnicas para manejar la bicicleta por esos senderos de mucho barro debido a que la noche antes, nos habían comentado desde la organización, que llovió muchísimo.
Estos valientes corredores emprendían este viaje hacia la maratón con muchas ganas, motivados, con ilusión y sobre todo con ganas de disfrutar del recorrido del circuito.
Después de casi dos horas de camino, llegamos al lugar donde las temperaturas eran bastantes altas, encontrándonos ya algunos corredores en la fila de la recogida de dorsales, donde se encontraban ubicadas unas carpas en la línea de salida-meta con los organizadores de la prueba y con los operarios de la federación andaluza de ciclismo quienes iban controlando y dando los dorsales a quienes tenían su inscripción y pago correspondiente de la carrera.
ANÉCDOTA: (Que por cierto, después de haberme inscrito y haber pagado para la carrera días antes, los de la organización no me incluyen en el listado, comentándome vía telefónica que lo sentían simplemente, teniendo que arriesgarme a ir para ver si podía participar o no, consiguiendo participar gracias a que Alejandro el día antes me animara a ir a Villanueva del trabuco, comentándome que tenía que correr, ya que había realizado el pago con antelación, aceptándome los de la federación para la misma ya que vieron que mi inscripción y pago fue con mucho tiempo de antelación).
Ya, una vez entregados toda la documentación para participar en la carrera y con la tensión y el frío que se palpaba en nuestros cuerpos, nos dirigimos a desayunar para coger fuerzas para la carrera y después vestirnos y revisar los últimos detalles de la bicicleta de montaña para a continuación dirigirnos hacía la zona de la salida-meta de la carrera, donde el ambiente que se respiraba era magnifico y con gran tensión por empezar, con aproximadamente cuatrocientos y pico participantes para esta prueba, mirando de reojillo hacía el cielo con un color gris oscuro el cual se encontraba amenazador con posibilidad de lluvias antes y durante la prueba, aguantando sin llover hasta la finalización de la misma.
Mientras estábamos calentando un poco por los alrededores de la salida de la carrera, de repente escuchamos a lo lejos una voz de micrófono comunicando que la carrera iba a empezar en quince minutos, momento en el que todos los corredores participantes de la carrera, iban hacia la zona de la salida-meta, para ubicarse en uno de los primeros puestos, para comenzar la carrera en los primeros puestos.
Nosotros nos encontrábamos ubicados quince o veinte metros más atrás de la salida-meta, entre una marea de participantes con sus equipaciones coloridas, montados en sus bicicletas de montaña, esperando ansiosos por comenzar la carrera, reflejándose en su rostros al igual que a nosotros el frío que hacía en Villanueva del trabuco.
Después de unos kilómetros neutralizados hasta llegar al comienzo de la carrera somos escoltados por las fuerzas y cuerpos de seguridad, protección civil, así como los operarios de la organización, comenzando a continuación la carrera donde todos los corredores querian coger las primeras posiciones, sabiendo que aún quedaba muchos kilómetros de dureza y dificultad técnica con un gran barro acumulado por los carriles del circuito debido a la gran tromba de agua que había caído durante la noche antes. Yo que me encontraba en mitad de la carrera  disfrutaba y estaba ilusionado de mi primera carrera oficial, al ver los cuatrocientos y pico aproximadamente participantes, siendo yo uno de ellos, correr con sus bicicletas de montaña, donde se podía observar un bonito colorido humano delante y detrás de mí y de esos senderos, los cuales acumulaban un gran barro y las altas montañas heladas y el frío que hacía. Que después de varios kilómetros de rodar en la carrera, mi bicicleta de montaña al igual que la de todos los corredores empezaba a coger bastante barro en las ruedas, platos y piñones, notando a continuación como los cambios empezaban a saltar solos, observando que mi bicicleta ya no podía seguir debido a que se me había roto al igual que otro participante, la patilla de los cambios, finalizando para los dos la carrera, teniendo que regresar hacía la salida cabizbajos debido al incidente que nos había ocurrido.
Posteriormente y ya una vez cambiado me encontraba con Ángeles en la salida-meta, comentándole el incidente que había tenido, con sabor agridulce por haber tenido que abandonar y por seguir disfrutando del espectáculo que allí había, esperando que los corredores llegasen a la meta y deseando que los compañeros Alejandro y Alex hiciesen un buen puesto y que llegasen en óptimas condiciones a la meta, disfrutando del buen ambiente que se respiraba, con música y con un showman, el cual animaba al público que se encontraba allí presente, pudiendo ver finalmente a todos los corredores y sobre todo a los nuestros pasar por la línea de meta, dándoles la enhorabuena por la llegada y contándonos las anécdotas de la carrera, yéndonos a continuación al comedor para reponer fuerzas y posteriormente emprender el viaje de vuelta hacia nuestras casas.

EL DEPORTE ES VIDA.