LA COLUMNA SEMANAL. (23 de agosto 2012).

Jueves 23 de agosto de 2012, otra edición de entrenamiento de maratón organizada por el CC Manilva con las asistencias de Alejandro, Mariano, Javi, Gaspar, Alex, Andrés Benítez y el compañero Alex, de un club ciclista de Ceuta que actualmente se encuentra por nuestra localidad de vacaciones y quería conocer nuevas amistades y lugares por donde rodar con la bici de montaña. La organización por parte de nuestro presidente estuvo bastante bien. La ruta elegida comenzaba en la gasolinera de sabinillas a las 18:00 horas, emprendiendo la marcha por estos 7 valientes sobre la bicicleta de montaña hacia el Pinar del Rey situado en el municipio de San Roque. Después de varios kilómetros rodando en carretera, nos desviamos hacia Sotogrande, continuando por una vía ciclista hasta tomar un desvío en el cual empezaba un terreno de tierra con senderos muy buenos y un paisaje fantástico por la zona del pinar, exceptuando los tramos de arena de playa en los que todos poníamos pie a tierra, debido a que las ruedas delanteras de nuestras mountan-bikes se hincaban en la misma, pero retomando inmediatamente la marcha.
A medida que íbamos adentrándonos en el bosque los caminos se estrechaban y entre los árboles entraba un rayo de sol que de vez en cuando nos deslumbraban conforme íbamos por el recorrido, buscando desesperadamente algún manantial de agua ya que nuestros botes se encontraban vacíos y cada vez más la ansiedad de sed, se apoderaba de nuestro cuerpo, hasta que a pocos kilómetros observamos una fuente de agua potable junto a una charca donde pudimos refrescarnos un poco y llenar esos bidones que desde kilómetros atrás se encontraban vacíos.
Una vez repuestos fuerzas y haber realizado un pequeño descanso, emprendimos camino de vuelta, llegando al municipio de San Roque y tomar la vía de servicio colindante a la A-7 dirección a Manilva, antes que empezara a anochecer.
Que mientras avanzábamos con nuestras bicicletas de vuelta hacia nuestro municipio las piernas empezaban a notar el cansancio, particularmente las mías, ya que personalmente opino que la ruta fue larga, con lindos paisajes y dura (por lo de la arena je je je) y de vez en cuando me descolgaba del grupo a pocos metros de ellos pero siempre alcanzándolos con la vista, hasta llegar alcanzarlos a medida que íbamos rodando.
Que mientras rodábamos a buen ritmo los 7 valientes hacia el camino de vuelta, teníamos la mirada puesta en el cielo ya que el atardecer caía y la noche se acercaba y se acercaba tanto que llegando al límite de nuestro municipio nos cogió y tuvimos que desviarnos por los caminos de nuestro pueblo y por las vías de servicio, por la peligrosidad del tráfico que rodaba por la carretera, llegando finalmente cada a uno a nuestros destinos sanos y salvos de la rutita tan guapa y bonita que hicimos.

EL DEPORTE ES VIDA.